Primera persona....
Recuerdo de mi infancia con nostalgia los juegos de conjunto que eran muchos porque debido a su simplicidad y sin estar regidos por avances tecnológicos y absorbentes como los de hoy departía alegremente los juegos de bolas, o garbinches como se le decía en esa época, el juego del aro con sus carreras inolvidables el rumbador el cual se hacia la mayoría de las veces con latas de cerveza apachurradas por las ruedas del ferrocarril , la coca donde había competencia de embocadas y el trompo, la cometa que es uno de los pocos que ha sobrepasado la barrera del tiempo eso a lo que respecta a los juegos de competencia, pero también nos divertíamos mucho de las hazañas que realizaba “ el tipo “ que en ese tiempo se le llamaba el líder de las películas del oeste con todo los pormenores de amarradas de amordazabas , cabalgatas que solo la imaginación del niño creaba tiempos que jamás volverán.
También se incluía las escondidas ese era otra de las formas de emplear el tiempo libre en los recreos o en los ratos de asuetos todavía no estaba muy difundido los paseos de vacaciones como hoy en día pues como era un pueblito frio es muy poco lo que se disfruta de ríos o de caminatas diferente a la tierra caliente , pero si no se nos olvide que en esa época existía la obligación ineludible de asistir a misa todo limpiecito y atender muy bien el sermón porque cuando iba llegando a la casa ya la mente estaba expuesta a escuchar a la mama o al papa que le dijera “que dijo el cura” y de la respuesta dependía la credibilidad de que si había asistido, hechos impactantes de esa época era la llegada del circo en ese entonces acostumbraba a llegar con un oso como atracción especial fuera de los consabidos payasos y maromeros que se les decía , estaba un presto a la colada porque no disponía de dinero para pagar la entrada.
también en el estudio llegaba la época de vacaciones y en esa época los exámenes se hacían generales con la participación del señor cura párroco como figura principal, el señor alcalde o personero del municipio, además de la concurrencia de padres de familia que acudían al acto ceremonioso de la clausura de clases presenciando los exámenes y muchas veces dando su visto bueno sin dejar de lado que muchos de los estudiantes tenían capacidad para el examen pero a veces nos soltábamos en llanto por el temor a los resultados.